5 consejos para sacar más provecho a tu práctica:

La verdad del asunto es que a ninguno de nosotros nos sobra el tiempo para practicar, y muchas veces tenemos tantas cosas que hacer que nuestro instrumento queda en el injusto último lugar. También pasa, de vez en cuando, que tenemos todo el tiempo disponible y tampoco sacamos el mayor provecho a la oportunidad. ¿Qué hacer entonces?

Comparto con vos cinco ideas para sacar más provecho a tu tiempo de práctica, sea este limitado o no. Son cosas que me han funcionado a mí, así que es posible que te sirvan a vos también.

  1. Establecé una rutina de estudio: 

Una rutina es una serie de acciones, o hábitos, que hacemos con regularidad, como parte de nuestras actividades normales. Esto implica que todos los días debemos repasar lo básico (como las notas largas para el sonido y la afinación; o las escalas y arpegios para desarrollar o mantener la agilidad), así como practicar el repertorio de piezas y estudios del momento.

Ahora: esto no quiere decir que todo el tiempo debamos hacer los mismos ejercicios. Hay un montón de ejercicios de notas largas, lo mismo que métodos de escalas, y podemos cambiar cada cierto tiempo para no caer en otra de las trampas de tocar un instrumento musical: hacer las cosas en automático. 

¡Hasta podés ponerte creativx: inventá tus propios ejercicios! Si no se te ocurre nada, un buen profe te puede ayudar a crear los ejercicios más adecuados para vos.

  1. Ponete metas diarias (que sean reales): 

Para poner un ejemplo: tocar el concierto para clarinete y orquesta de Nielsen después de una sesión de práctica de tres horas simplemente no es real, sin importar el nivel de ejecución en el que estés.

Dependiendo de tu nivel y de la pieza que estés estudiando, puede ser que la meta real, algo que podás alcanzar en dos horas de práctica, por ejemplo, sean 10 sistemas, o solo dos compases. Eso sí, no se trata solo de tocar las notas, sino de saber la pieza, con todos sus detalles y sutilezas. Que si es piano, si tiene crescendo, si las articulaciones son legato o staccato, o una combinación… y ni hablar del sentido emocional y su relación con el resto de la pieza.

Lo importante es que al final de tu sesión de práctica hayás dominado un fragmento de la pieza o el estudio que estás trabajando, que haya una sensación de certeza a la hora de tocar. Es preferible quedar con la satisfacción de que vas avanzando, aunque sea lento, que quedar con el sinsabor de que “no te sale”. Esto se conecta con el siguiente punto.

  1. Concentrate en tu avance:

A veces, es difícil concentrarte en vos, cuando oís que tu amigo toca más rápido, más fuerte, controla mejor el instrumento, le salen más conciertos, va más adelante en el libro…

A pesar de eso, tu relación con la música y con tu instrumento es solo tuya, y tenés que poner toda tu atención en vos. Cuando tocás, o practicás (que por cierto, esos conceptos son diferentísimos, pero los comentaré después), prevalece una frase en inglés que lo resume todo: Mind your own business! 

¡Preocupate por tus propios asuntos! No estás en una competencia contra los demás. La única competencia que vale la pena es contra vos mismx, y si hoy tocaste un poco mejor que ayer, ya ganaste.

  1. Desconectate:

No me malentiendan: la foto para el Facebook, o el video para la historia de Instagram no tienen nada de malo. De hecho, nos estamos comunicando gracias a esos recursos. Yo mismo dependo de ellos día a día.

Ahora bien, cada cosa en su momento. Sacá el momento para hacer tus videos y tus fotos, y después despegate de las redes sociales, del Whatsapp y de Youtube, y usa tu teléfono exclusivamente con las aplicaciones del metrónomo y el afinador, o mejor aún: no lo usés del todo.

Practicar, o tocar durante ensayos y conciertos, requiere que volqués toda tu atención hacia lo que estás haciendo, para llegar a un verdadero dominio del instrumento. Facebook, TikTok y todo lo demás pueden esperar. Además, usar tu teléfono durante un ensayo o un concierto es de mala educación, no habla bien de vos.

Cuando practicamos sin poner nuestra atención al 100% sucede algo muy interesante, que con seguridad te ha pasado, y que comentaré en la última parte.

  1. Grabate:

“Profe, le juro que en mi casa sí me salía…” – una frase que todxs hemos dicho, o al menos hemos pensado en algún momento.

La verdad del asunto, por cruel que sea, es que en tu casa tampoco te salía. Lo que pasa es que no te diste cuenta. 

Cuando llegamos a la clase, y estamos solos con el profe, nuestro nivel de atención es mayor, porque queremos que todo salga excelente, y entonces nosotrxs mismxs empezamos a escuchar todo lo que no está en su lugar. Y entre más nos oímos, peor sale… es una espiral que desciende sin parar.

Una forma de prevenir esta situación es grabarnos regularmente. Cuando practicaste un fragmento, y sentís que está listo, es momento de grabarte (en ese momento es buenísimo usar el teléfono). Al repasar la grabación, te vas a dar cuenta de los detalles que aún necesitan ajuste.

Grabarse puede ser muy ingrato. Descorazonador. Pero es un camino hacia el éxito; es cuando vos empezás a convertirte en tu propio profe. Y de vez en cuando puede suceder algo maravilloso: ¡te podés dar cuenta de que las cosas te están saliendo mejor de lo que creías!

Bien, esos son los consejos que se me ocurren por ahora, y que podés empezar a aplicar hoy mismo. ¿Tu profe te ha dado algún otro consejo valioso, que te haya funcionado? ¿Qué te parece si lo compartís con todos nosotros en los comentarios?

¡El conocimiento que cada uno de nosotros tiene es para compartirlo, y así crecer entre todos!

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